23.10.11

enmanuel.(L)

Aun no me puedo creer que sea verdad, que no estés a mi lado. Aunque haya pasado cinco años desde tu partida, para mi todavía parece que fue ayer, lo recuerdo con la misma tristeza, el mismo sentimiento recorre mi cuerpo, me sigue costando mirar una fotografía tuya y no soltar una lágrima, es imposible no acordarme de todos esos momentos.
¿Por qué te tuviste que marchar tú? Tú que no hacías daño a nadie, te limitabas a mirar a tu alrededor sin ver nada posiblemente, escuchabas con una sonrisa en la cara a todo el que te hablaba, y solo con tu presencia me hacías feliz. Me alegraba el saber que cada día faltaba menos para volverte a ver, y esque, aunque tu sangre no corriera por mis venas, yo lo sentía así; te sigo sintiendo igual, como de mi familia, como mi persona especial, que con una sola sonrisa me hacía la niña más feliz. Y con tu marcha me quedé vacía, desde aquel veinte de mayo de dos mil seis, que con solo quince años falleciste, me falta un pedazo de mi. Pero estés donde estes no quiero que olvides nunca que te quiero, que siempre lo haré.

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